Tres poemas de Sergio S. Martínez

Lo de Sergio parecería ser una poesía que se escribe a la luz de la lumbre, a pasos ligeros que intentan no dejar huellas en las cenizas. A uno de nosotros, por lo menos, el poema Flamboyán le pareció ejemplo de aquella ternura melancólica a la que llegó el poeta estadounidense C.K Williams en sus últimos años.
— Los editores

FlAmboyán

Hace algunos días aprendí 
que "flamboyán" en inglés es "flame tree."

Encendí un cigarillo bajo
un flamboyán.

El fuego lo llevo en los pulmones
y tu memoria en el lenguaje. 

Tu nombre, en ambos lenguajes
 es el mismo. 

El mío cambia,
según donde se hable. 

Las cosas también
cambian según el lenguaje. 

Hay fuegos rojos, amarillos, y azules. 
Flamboyanes también. 

Hay maneras de traducir
/ tú / al inglés;

es decir, / you /
are a flame tree
billowing red
spasms in the breeze. 

es decir: 
eres un flamboyán distante
de mi memoria encendida,
/ whatever that means /. 
I am chain smoking
under a flame tree
and your name
is tucked within
the rustling leaves. 

Sergio S. Martínez (1992) es poeta. Estos poemas pertenecen a su poemario inédito, Los nombres del fuego.

Menos que > 

no sé ser menos
intenso, ni tormenta. 
siempre siento,
reviento, 
resurgo,
y quemo,
hasta que solo
quedan
huesos. 

Brecha

Compartamos el último cigarrillo
de la cajetilla a ver si el fuego
mutuo nos acerca
a la brecha de ambos
orgullos quebrantados,

Me quedo aquí,
preguntándome
dónde queda el aliento
que me robas cuando callas, 
cuando, ausente,
estás presente solo en cuerpo

como si no amaras
más que la memoria,

como si un scrapbook
de fotografías pudiera contener
nuestras vidas compartidas,

como si fugaz fueras estrella
y destello en mi cielo de celofán
y cartulina,

como si nada,
como que si como cenizas
no me mata el fuego,
ni me matas tu.