5 poemas de Kidany Acevedo Miranda
Kidany Acevedo Miranda (Orocovis, PR) es autor de los poemarios Simulacros, Múltiples, Ajustar Cuentas, Flores Amarillas para un Perseguido y Estrategias para Traicionar. Ha colaborado con los músicos puertorriqueños Mijo de la Palma, José Eduardo Santana y Acho Brother; también con los artistas de grabado Marcos de Jesús y Martín García Rivera.
5 poemas
consecuencias
hoy todo es efecto
—consecuencia—
mi causa queda remota
habría que desllagar la costumbre para nombrarla
capa por capa
hasta la médula
turbar el primer círculo
profanar el eco
dejar de ser el imbécil
y no aprender nada de vuelta
empuje válido
a Melvin López Rivera
para creer en nuestro movimiento
otro debe quedarse quieto
o alejarse
las caídas por si solas no bastan como referencia
hacen falta el rencor de la brisa
la inercia de las sombritas que hacen las manos
el pánico a la pausa
el no levantarse de alguien que hayamos golpeado
la culpa propia
en contra de uno mismo
es el único empuje válido
cualquier otro intento
no alcanzaría más que sacudirnos y cuando eso sucede
lo único que logra moverse es el miedo que se muda
a una herida
más cerca
de nuestro pecho
mi parte animal
mi parte animal
esa que me defiende de la muerte
es previa a mis manos
es ella quien se escapa
quien riega las flores
quien guarda cuchillos debajo de la almohada
cuando la noche se vuelve absoluta
no es cosa de hombres esto que tiembla acá adentro
sino una horda de aves de barro
cayendo desde mis huesos
ella pasta en la voluntad del odio
y encuentra el instante donde puedo matar
sin que sea posible la culpa
ella
esa parte de mí a la que todos temen
es en la única que deben confiar
porque también es capaz de amar
sin necesidad de la memoria
lo irremediable
un aire frío
ocupa las recámaras del pecho
y no hay memoria
ni enfermedad que lo justifique
el espanto descuaja la inercia
y el ayer se reduce a lo que nunca he sido
no puedo llamarle dolor
ni suerte
no puedo predecirlo
no lo puedo negar ni aceptarlo
hay tanto yo arrojado al mundo
que no puedo defenderme
hay tanto mundo estancado en mí
que no podrá matarme
brindis para un cierre
por mí
que nunca fui invitado a esta ceremonia
y miento en ofensa propia
a quienes no saben equivocarse
salud porque recaigo en las trampas
para no perder solo
porque me declaro vacío y no vacante
larga vida para mí
que soy capaz de llorar cuando amenazo
celebro porque al final
también yo seré final
y no habrá quien se disculpe por mis rencores
brindo por mí
que solo seré extrañado
donde no tuve que defenderme