Cuatro poemas de Ángel Antonio Ruiz Laboy

Parte de la serie “México” de Mario Rubén Carrión.

Parte de la serie “México” de Mario Rubén Carrión.

Los poemas que incluimos de Ángel Antonio Ruiz Laboy, como el libro al que pertenecen (Cartografía del polvo, Riel 2020), ofrecen una cartografía del deseo. Son poemas hechos de una acumulación de proyectos, añoranzas y actos que giran en torno a unas ganas viscerales no ya de recuperar lo disperso sino de dar constancia de la dispersión misma.... La poesía de Ángel Antonio es poesía de lumbre, de ceniza, de polvo.
— Los editores

Opacidad

entender el secreto que subyace
en la piel conocida de las cosas
     en la ensayada lectura de las cartografías
     que se han dado al polvo
y no tener certeza de sus límites

perderse obnubilado en la sensación del todo
    un todo espiral
    un todo todo

borrar la falsa transparencia
enfrentarse al rostro disperse
de lo que siempre se ha mirado a los ojos

abrazar la oscuridad de la luz
que todo lo iguala y lo indefine
     que junta estambre con abeja
          polen y ala
               flor con insecto
y florecer
     desde un nuevo entendimiento
     desde una nueva rabia que lastime
     el conocimiento de las cosas.


Cercano al epigrama

esgrimo la protuberancia mutable del aire
     con una herida inmortal

a cada paso un nuevo vórtice se transgrede
una nueva pared porosa y elástica
     un epigrama

este animal deforme que renace
como un espiral sin superficie
     sin nombre
     sin temor frente a mi mano

ya no hay
     cartografía de lo posible
     que sugiera una raza del polvo.

Parte de la serie “México” de…

Parte de la serie “México” de…

Ángel Antonio Ruiz Laboy (Puerto Rico) es poeta. Los poemas aquí incluidos pertenecen a su más reciente poemario, Cartografía del polvo (Riel, 2019). También ha publicado los poemarios Canto a la ceniza (Isla Negra, 2016), Hemisferio de la sombra (ICP, 2014), El tiempo de los escarabajos (Erizo, 2011) y Anzuelos y carnadas (2009).

 

Embestir el blanco

comulgo con el silencio de las alas
     el ruido de los espejos tambien se ha detenido
     y ya no quedan
     sino memorias de la tierra
          testigos mudos del barro
                                            del polvo
                                                  de la piedra
quién puede abrir sus alas en el humo
y embestir las paredes difusas de lo blanco
sin desgarrar
con la maroma de su vuelo el linaje de la calma

mejor es entregarse
sumar los ojos al silencio y dejar
que un cristal se rompa sin costuras
hasta volverse polvo
     polvo como evidencia de la niebla.


Cuando los mapas

lanzar una cuerda que divida el abismo
amenazar lo insostenible con una línea
que una dos puntos de su afrenta
     cualquiera dos
     cualquier distancia
          si las distancias son todas distancias
          si los puntos siempre son
               puntos

lanzar y lanzarme

tener en el abismo un abismo menos
     una maroma que tropiece
          con nada
que no descubra ni que nombre
que no conquiste un nuevo territorio

darme ciego a otra incertidumbre
acatar
     la fe de los mapas cuando fallan
desnudar
     la fragilidad de las fronteras
abrazar
     la caída libre en espiral
     la niebla y la oquedad.