Cuatro poemas de Ángel Antonio Ruiz Laboy
Opacidad
entender el secreto que subyace
en la piel conocida de las cosas
en la ensayada lectura de las cartografías
que se han dado al polvo
y no tener certeza de sus límites
perderse obnubilado en la sensación del todo
un todo espiral
un todo todo
borrar la falsa transparencia
enfrentarse al rostro disperse
de lo que siempre se ha mirado a los ojos
abrazar la oscuridad de la luz
que todo lo iguala y lo indefine
que junta estambre con abeja
polen y ala
flor con insecto
y florecer
desde un nuevo entendimiento
desde una nueva rabia que lastime
el conocimiento de las cosas.
Cercano al epigrama
esgrimo la protuberancia mutable del aire
con una herida inmortal
a cada paso un nuevo vórtice se transgrede
una nueva pared porosa y elástica
un epigrama
este animal deforme que renace
como un espiral sin superficie
sin nombre
sin temor frente a mi mano
ya no hay
cartografía de lo posible
que sugiera una raza del polvo.
Ángel Antonio Ruiz Laboy (Puerto Rico) es poeta. Los poemas aquí incluidos pertenecen a su más reciente poemario, Cartografía del polvo (Riel, 2019). También ha publicado los poemarios Canto a la ceniza (Isla Negra, 2016), Hemisferio de la sombra (ICP, 2014), El tiempo de los escarabajos (Erizo, 2011) y Anzuelos y carnadas (2009).
Embestir el blanco
comulgo con el silencio de las alas
el ruido de los espejos tambien se ha detenido
y ya no quedan
sino memorias de la tierra
testigos mudos del barro
del polvo
de la piedra
quién puede abrir sus alas en el humo
y embestir las paredes difusas de lo blanco
sin desgarrar
con la maroma de su vuelo el linaje de la calma
mejor es entregarse
sumar los ojos al silencio y dejar
que un cristal se rompa sin costuras
hasta volverse polvo
polvo como evidencia de la niebla.
Cuando los mapas
lanzar una cuerda que divida el abismo
amenazar lo insostenible con una línea
que una dos puntos de su afrenta
cualquiera dos
cualquier distancia
si las distancias son todas distancias
si los puntos siempre son
puntos
lanzar y lanzarme
tener en el abismo un abismo menos
una maroma que tropiece
con nada
que no descubra ni que nombre
que no conquiste un nuevo territorio
darme ciego a otra incertidumbre
acatar
la fe de los mapas cuando fallan
desnudar
la fragilidad de las fronteras
abrazar
la caída libre en espiral
la niebla y la oquedad.